Probablemente muchos estamos en busca de nosotros mismos, tal vez no nos vemos, no nos encontramos. Y es que hacerlo, conlleva muchas cosas que probablemente den miedo, como es natural en el ser humano, todo aquello desconocido provoca pánico, desconfianza y duda.
Escuché alguna vez que encontrarse a sí mismo es hacer una exploración del terreno desconocido para poder hacer un mapa, el aventurero primero se interna en las profundiades de tierras desconocidas y va haciendo una recopilación de toda la información que se atraviese por el camino, cuales son los peligros y cuales son los recursos, para esto va haciendo un dibujo tentativo de cada lugar hasta que finalmente regresa a tierras conocidas y al fin puede armar el rompecabezas formando un mapa.
Este mapa, finalmente es el conocimiento de uno mismo, el resultado de conocer lo que nos gusta y disgusta, de los recursos y riquezas con las que contamos y nadie más, de lo que puede ser peligroso y débil en nuestro ser, de los paisajes bellos y de nuestras estaciones lluviosas y calurosas, un mapa de nosotros mismos, un mapa que indique el norte y la posición en la que nos encontramos en esta vida.
Sin embargo será necesario para llevar a cabo este proyecto tan grande, internarnos en la selva de este self y aunque temamos encontrar lo que no nos gusta o eso que tanto nos asusta, sin embargo así sucede durante el primer viaje, vamos con angustias y emoción, una vez que conocemos el terreno quicieramos volver una y otra y otra y otra vez, mejor aún si conocemos el mapa de memoria.
Escuché alguna vez que encontrarse a sí mismo es hacer una exploración del terreno desconocido para poder hacer un mapa, el aventurero primero se interna en las profundiades de tierras desconocidas y va haciendo una recopilación de toda la información que se atraviese por el camino, cuales son los peligros y cuales son los recursos, para esto va haciendo un dibujo tentativo de cada lugar hasta que finalmente regresa a tierras conocidas y al fin puede armar el rompecabezas formando un mapa.
Este mapa, finalmente es el conocimiento de uno mismo, el resultado de conocer lo que nos gusta y disgusta, de los recursos y riquezas con las que contamos y nadie más, de lo que puede ser peligroso y débil en nuestro ser, de los paisajes bellos y de nuestras estaciones lluviosas y calurosas, un mapa de nosotros mismos, un mapa que indique el norte y la posición en la que nos encontramos en esta vida.
Sin embargo será necesario para llevar a cabo este proyecto tan grande, internarnos en la selva de este self y aunque temamos encontrar lo que no nos gusta o eso que tanto nos asusta, sin embargo así sucede durante el primer viaje, vamos con angustias y emoción, una vez que conocemos el terreno quicieramos volver una y otra y otra y otra vez, mejor aún si conocemos el mapa de memoria.
