La
brisa recorre los pasillos del Centro de Morelia, entre el ajetreo
sabatino las aves domésticas levantan el vuelo, el espíritu del dios Pan
se encuentra entre nosotros.
¿De
dónde provienen las angelicales e invisibles estructuras? Sólo el
viento de la tarde y el cielo veraniego entienden que su magia inunda la
breve existencia de la urbe.