domingo, 25 de mayo de 2014

LA GATA

Sí, soy como una gata, celosa y posesiva, pero él tiene la culpa.
Tiene la culpa de que yo le ame, tiene la culpa por alimentar mis esperanzas.
Tiene la culpa de mirarme a los ojos  decirme bonita y besarme con pasión
pero también de hacer lo mismo con otras.


Él tiene el talento, la gracia, el intelecto, incluso esa sequedad sentimental.
Yo no lo tenía, sin embargo le pertenecía toda entera.
Me consumía en el fuego de sus brazos, de su boca.
Loca, pasional, enferma de amor, siempre a la expectativa
de encontrar en su mirada mi reflejo y sólo el mio.

Sí, soy como una gata que maúlla melancólicamente,
no soy parte de su collage, aunque ahí me coloque.
No sabemos qué somos, cuerpos que se encuentran, 
almas que están unidas, personas aferradas, 
corazones hambrientos de amor.... ¡qué se yo!

Soy una gata tierna y dulce, cariñosa en su cuello,
ronroneando a su corazón. 
Lloro mirando a la luna, esperando, esperando...
Soñando con rodearle el torso, con besar sus labios,
con quemarme nuevamente entre sus piernas, 
con sus caricias en mi espalda.

Sí, soy una gata tonta que le espera cada noche mirando en la ventana.