domingo, 19 de mayo de 2019

ORGASMO


Tu voz resuena más que nunca en mi oído entre los vagos ecos de la noche. 
Me dices ven aquí. Llamas a mi alma a cubrirse entre tus brazos.
Mi cabeza se acomoda entre tu cuello y tu hombro.
Justo donde mi nariz puede oler la sangre que me enloquece.
Tus besos deambulan traviesos en mi espalda reclamando su territorio, 
me haces gemir y sonreír. 
Y yo pido urgente tus labios, 
pido un beso eterno entrelazando nuestras manos
porque tiemblo, tiemblo en desesperación y emoción.
Dejo que mi corazón lata exacerbado 
sordo en sus propios sentidos
dejándose ir como se derrama el vino en la copa.
No hay tiempo,
todo se detiene.
No hay luz ni oscuridad,
sólo tus ojos claros, 
tu carne y mi carne
en perfecta fusión.
Cansancio y sudor estallando en placer.
ÉXTASIS
¡Que no termine nunca!
¡Que no se desarmen mis piernas!
¡Que no se despeguen tus manos de mis caderas ni tu lengua de mi boca!