jueves, 28 de mayo de 2015

Pasionaria


Al esparcirse en sí misma derramaba luz justo después de derramar agua salada sobre el rostro. Los ojos de miel de Pasionaria se posaban frente a la ventana para recibir los destellos del alba y pasar desapercibida en du tristeza. 

Mundo contrario no soporta su belleza, mundo agrio, mundo cruel. Ella irá de día con su disfraz de alegría, más su alegría en secreto portaría como el escapulario entre las ropas. 

Al esparcirse en sí misma derramaba luz junto a su ventana dejando caer justo ahí sus rubios cabellos en cascada. Suavidad de terciopelo ya no tiene consuelo, su corazón en silencio.

El mundo de agua es su consuelo, las chispas de su alegría, las gotas que en el cielo se derraman. Lluvia cayendo lenta y suavemente le acricia el cuerpo desde el otro lado del frio cristal. Un raro sentimiento aflora desde su corazón y comienza a llover para esparcirse en sí misma.