sábado, 5 de enero de 2013

LUNA ROJA


La luna sangra esta noche, morirá, sin duda, en la serenidad de esta inmensidad. El cielo ya está de luto, las estrellas brillan más de lo habitual, ya no hay palabras afiladas, ya no hay reclamos, no más soledad.

La luna muere lentamente perdiendo su luz, se opaca, toma el color de los labios de las doncellas para morir con dignidad y aparentar ese resplandor por última vez como la reina del cielo.

Mañana no habrá luna, ni noches románticas, ni marea, ni ciclos, ni lobos aullando. Permanecerá una luctuosa oscuridad y un vacío en la eternidad.