martes, 18 de octubre de 2011

Con alma de Juan Salvador Gaviota

Quiero volar...



Quiero volar en los cielos más altos, caer en picada y que el mar refresque mis ojos del llanto.
Quiero volar y sentir en el rostro la frescura del aire y su sal.
Quiero rozar el mar con mis alas, ver el atardecer dorado reflejado en el agua.
Tengo el alma a punto del vuelo, sintiendo la adrenalina que fluye por mis venas,
por mis pulmones, que me ensordece el oído para escuchar las olas estrellar, sentir la dirección del viento, para disfrutar esa primer gran picada.
Quiero volar aunque se corten mis alas,
quiero volar y sentir la libertad.
Quiero volar en el murmullo del viento, en el silencio del sol, en el vaivén de la arena,
en las caricias de la espuma flotar
y sentarme a tu lado y tus labios quemados poder besar.
Quiero volar y ver el mundo desde arriba,
descender y bailar con la brisa del mar.
¡Quiero volar!

2 comentarios:

Ángel Fondo dijo...

...y qué divino vuelo.
Un placer.

Borracho dijo...

Richard Bach y su gaviota son en parte los causantes de que yo comenzara a escribir y la razón de que me encante leer.

Cada vez que vuelvo a leer el libro y vislumbro una pluma, una sola, de Juan Salvador en mí, sucede que me doy cuenta, como esa noche, con mi padre al lado de la cama... Mientras más cerca estoy de completar la misión que me trajo a este mundo, más cerca estoy de mi propia muerte...

Me encantó, mi querida Anita...