martes, 24 de febrero de 2009

Enseñar


Aprender es lo que todos hacemos en el camino de la vida, y puede uno elegir no aprender, pero eso sí, todos en algún momento nos convertimos en maestros, en guías de otras personas y no importa si son mayores o menores o igual en edad que nosotros, como una misión innata debemos pasar el conocimiento que hemos obtenido a lo largo de nuestros días.


La incansable e interminable actividad del enseñar, se encuentra inmersa en cada uno, ya que cada cual es especialista en "algo", realmente nadie esta seco de virtudes o habilidades. Así es como se engrandecen las redes de la información. Siempre habrá alguien que despacito se acerque y te solicite le enseñes lo que sabes, lo que aprendiste, lo que tienes, lo que vives.


Es satisfactorio tener un discípulo, un pupilo, un alumno, o como quieras llamarle, siempre está cerca tratando de tomar tu filosofía de vida, tus habilidades, al tiempo que descubren las suyas propias, no importa que, el que es maestro está dispuesto a guiar y proporcionar herramientas para la enseñanza se convierta en aprendizaje. Por alguna razón es noble y muestra más de nosotros, más de lo que se pueda imaginar y más de lo que se pueda ganar.


En el punto de mi exageración hay que estar atentos, nunca se sabe donde se encontrará a un alumno, siendo que aquí y en China levantando una piedra encontrarás al menos unos tres.

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