sábado, 16 de mayo de 2009

Margarita

El rocío en las margaritas goteaba lentamente mientras salía el sol matutino. Cálidos y suaves rayos atravesaban las esferitas de cristal. Las abejas se acercaban, en sus lenguas aún escurría la miel del desayuno, se miraban sonrientes en los espejos del pequeño charco. Después otros insectos se incorporaban conforme pasaba la niebla de la noche, la luz minaba ya en el cielo azul. Margaritas... hermosas y simples margaritas saludando la fresca mañana... margaritas blancas saludando al sol. Verde y húmedo césped salpicado de dulce mielesita de tu sonrisa, tus blancos pétalos y tu cara amarilla, resplandeces en medio de la alegría y el sereno fresco. Margarita fresca me haces feliz.

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