sábado, 17 de abril de 2010

Una charla en el café


...gente en los parques, gente en los libros,
gente esperando en los bancos de todas las plazas... pero que sola está. (P.G)




Hace algunos días, me descubrí nuevamente sola en el café, y mirando hacia la ventana mientras veía pasar los autos que se detenían justo afuera del café para respetar la señal roja del semáforo, pensaba que ya tenía un buen tiempo sin disfrutar de una buena charla entre un buen amigo y yo. Ya saben, de aquellas charlas filosóficas y medio marihuanas que uno se suele aventar mientras filosofa sobre la vida y un compañero le escucha y luego hace comentarios para enseguida invertir el rol.

¿Saben? realmente extraño esas charlas en el café, es una forma de darle provecho al propio pensamiento, uno no piensa solo para pensar, sino para darle un uso, sacar provecho de ello. Sin embargo alguien debe escucharnos primero. Vamos, hasta el mismisimo San Freud tenía quien le escuchara su teoría loca acerca del inconsciente, recibía además retroalimentación. Extraño esa calidez de un amigo que esté ahí para hacer bromas o para sacar sus penas, reflexionar sus actos o confiarte sus planes, compartir un café o té (whatever), una simple distracción que podía tornar en horas de risa incontenible y contagiosa y al final no saber por qué inició todo.

Los coches seguían pasando, me despertó un escandaloso clacson, regresé entonces a la fría realidad de no tener una persona en la silla de enfrente. Recordé todas aquellas ocasiones tan lindas preguntándome ¿cómo es que ahora no hay nadie esperando conmigo su café? Me pregunté como sería tener un amigo como esos viejitos que se van al parque a jugar ajedrés, mientras juegan toman el té y discuten si hizo trampa el otro, recuerdan en qué año sucedió tal o cual cosa y al día siguiente siguen como si nada, simple y sencillamente se saludan diciendo -¡Bartolo, amigo, buenos días! -¡Compadre, ¿qué tal amaneció?

¿Acaso no es lindo?

Yo creo que es más provechoso y delicioso cuando se charla y se piden dos cafés. Tal vez pasé ya mucho tiempo sola, no me di cuenta que en algún momento ya no había nadie.

6 comentarios:

MAMUMA dijo...

Tienes razón,Anita,un café compartido es muy placentero.
saludos

Anita dijo...

Es rico ir solito, pero a veces uno extraña la civilización.

Borracho dijo...

Es lindo. Muy lindo.

Además, si se te ocurre un buen chiste, es mejor tener alguien que lo escuche...

Un abrazo.

;)

Florecita Rockera dijo...

saludines Anitaaa!

Mashi♥ dijo...

Muy lindo post, pues mira, aveces así me siento, ando tan vaga en mis pensamientos que cuando caigo en la realidad, me doy cuenta que no tengo una o un mejor amigo al que contarle cosas mis secretos, esa persona que me entienda y me acepte como soy.

Tengo amistades y conocidos, pero realmente mucha de esa gente es muy hipocrita, solo estan con nosotros cuando nos necesitan.. bueno tiempo que me salgo de tema jaja

me gustó mucho tu blog, te sigo ^^
espero puedas pasar por el mio y decirme lo que piensas (no te obligo a seguirme ni comentarme jaja no soy así)
pero por si gustas aquí te lo dejo.

http://gumixiec-cuadrosyrayas.blogspot.com/

saludos y buen Sabado y Domingo ^^
AFW♥

Anita dijo...

Sí Borracho, un chistesín alegra a todo el mundo.
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Florecita... tiempo sin tener tu grata presencia, un abrazo también.
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GuMixieC, bienvenida.