domingo, 10 de julio de 2011

El lado oscuro de la luna



Mi querido R. ¿has visto qué bella es la luna? Es enigmática, luminosa, brillante, romántica y a veces loca. Sin duda es un cuerpo celeste que nos inspira, nos maravilla, nos deslumbra, y no existe persona alguna que en el mundo la odie, o al menos quede sorprendido por sus efectos. Alguna vez escuché a alguien decir "que no sirve para nada, pero si la ves, te hace sentir mejor", a mi me hace sonreír y sentirme enamorada, literalmente: en ella. Así se siente cuando uno está enamorado, cuando el amor llega a tocar las fibras más sensibles del corazón de una persona, como tocar la luna con tus propias manos y respirar su luz.

Tú insistes en que el lado oscuro de la luna también existe, y yo, no pienso negarlo. Una vez al mes, la luna no se ve; en otras ocasiones está oscura casi en su totalidad, se nota una delgadísima uña de luz apenas visible, las escabrosas tinieblas tratan de cubrir aquella hermosa luminosidad de la luna. Las noches oscuras y sin ella parecen interminables, infunden miedo ya que no sabes por dónde caminar, sientes que caerás y te lastimarás, te asusta, te enfada y la maldices. Todo pareciera terminar en pozo sin fondo, en la nada, dolor y deseperanza, creo que también nos hemos sentido así alguna vez.



A pesar de toda aquella angustia y frustración que esa negrura puede influir, llegué a la conclusión de que nadie recuerda ese lado oscuro, algunos ni siquiera recuerdan el miedo al haber estado ahí. Porque, gracias a esa lobreguez, su cara iluminada es mucho más hermosa, igualmente hermosa como cuando está llena de luz.

Comparo el amor y las relaciones humanas igual que las fases lunares, somos seres completos, con un lado de luz y un lado de oscuridad, gracias a ello podemos apreciar lo bueno de las personas, de las relaciones y del amor. No siempre estarán iluminados, pero sabemos que están ahí y crece siempre la esperanza de que se volverán a ver en su total belleza. Esperamos un breve rayo de luna en el corazón de todos aquellos a quienes amamos aunque se encuentren en la noche más negra. De uno depende superar las propias oscuridades y tolerar las tinieblas ajenas para vivir la más sublime de las lunas.

3 comentarios:

Borracho dijo...

Lindo post.

Aunque algunos disfrutamos más estar en el lado oscuro de la luna, sabiendo que también se puede conquistar.

Algo es cierto: Nunca veremos ambos lados juntos. La luz y la sombra se excluyen mutuamente.

Saludos.

Anita dijo...

Claro que se ven juntos, ¿a caso no ves la imagen que puse? Estan juntos y se ven los dos, están unidos.

Borracho dijo...

Cuando yo hablo del "lado oscuro de la luna" hablo en realidad del "lado oculto" de la misma, ése que nunca se ve, porque es la cara que no se muestra.

Así que insisto en que nunca veremos ambas caras de la luna, ya que siempre vemos la misma.

En la imagen que mencionas, lo que se ve es la cara iluminada, sombreada parcialmente.

Un abrazo.