Fría soledad

"...MI CORAZÓN,
ESTA CANSADO, TAN CANSADO DE SUFRIR,
QUE MUCHAS VECES LE ESCUCHADO REPETIR,
ESTAS PALABRAS,
QUE ME LLENAN DE DOLOR,
URGE,
UNA PERSONA QUE ME ARRULLE ENTRE SUS BRAZOS,
A QUIEN CONTARLE DE MIS TRIUNFOS Y FRACASOS,
QUE ME COMPRENDA Y QUE ME QUITE DE SUFRIR,
URGE,
QUE ME DESPIERTEN CON UN BESO ENAMORADO,
QUE ME DEVUELVAN EL AMOR QUE ME HA NEGADO,
PORQUE TAMBIÉN TENGO DERECHO DE VIVIR..."

Anoche no pude sentir más que la soledad bañándome con su luna blanca. Me pregunto ¿cuándo será el día? ¿cuándo será el día en el que no sienta que me arrastra un mar de nada? ¿cuándo será el día en que unos brazos cálidos me digan "te amo"?

Anoche me sentí en el frío de una tormenta sin fin, caminando sobre una arena blanda pensé morir, quizá en un lecho arenoso y blando un manto de agua me cubriría el resto de aquellas lágrimas que derramé. Sentí... dolor... ¡qué se lo lleven las olas y que lo estrellen en el cabo junto con mi cráneo! Quizá así deje de pensar en el hoyo que tengo en el corazón, qué se me escapa el amor que nadie recibe, el que se cae sin que nadie lo recoja, sólo yo.

Anoche dormí en el vacío, en frío de un cielo sin rumbo.
Me pregunto entonces si merezco ser amada, me pregunto entonces ¿quién lo hará? o si moriré en el peregrinaje de una playa virgen e inexplorada, con el sol quemándome los sesos y arrugándome la piel.

Anoche, era la noche más bella, carente de sentido e imaginaria poesía.
Es que tiene que ver más con el silencio, la desesperanza y el desamparo. Con espumas gélidas que acarician los pies con cicuta, el andar, doloroso se torna con sus desprecios. ¿quién me olvidó en esta apartada peña? Aquí espero y espero, busco caminando entre crustáceos sentir vivir. Y si algún día, la lluvia quiere, me dejará igual de fría que su corazón.