A donde apunte la veleta.

Es hora de partir y de tomar las riendas del mundo,
Ahora o nunca, decide ya!
El viento va a girar la veleta hacia una nueva dirección.
¿En dónde quedó el desprotegido?
¿Desprotegido? No!
No existe el desprotegido,
Su mente es su fuerza, su refugio, su tesoro,
No está desprotegido, es libre.
¿Y hacia dónde apunta el destino?
¿Hacia el mar, hacia la montaña o hacia el desierto?
El calor de su alma lo respalda,
El color de sus anhelos lo guía.
Fluye como el río y en su caudal habla su voz,
Vibra de emoción en los rápidos de la vida
y disfruta en las aguas tranquilas del cañón.
Resuena su corazón contra las rocas del destino.
Y ahí va, alejándose del inicio y llegando al infinito del mar.
Quizá llegue, quizá será grandioso
Y formará parte de un coloso.
¡allá va, el alguna vez desprotegido!
¡Allá va, ese que caminaba sólo y escarbaba con sus propias manos!
¡Allá va! Abierto a la vida, la vida que construye con sus propias manos.
Vaga por el mundo, sólo, pero feliz,
Acompañado algunas veces, algunas otras no.
Vaga por las maravillas, entierra su propia raíz
Y se arraiga en el mundo y en el aire.
Escucha los murmullos de su corazón
Siente las cosquillas de la lluvia y
Vuelve al hogar cuando el mundo se torna llano.