domingo, 1 de noviembre de 2009

Sweet massage


Después de varias semanas de mucho trabajo, estrés, penas morales y demás cargas de la vida, me decidí a ir con mi masajista, temazcallista y chamana. Me dio un masaje relajante y debo decir que me dolió hasta el infinito y más allá, lloré del dolor que me generó deshacerme de semejantes nudos que se me hicieron en los hombros, en la espalda y el en cuello. Pero como dicen por ahí, después de la tormenta llega la calma, sentí una deliciosa tranquilidad después de la parte difícil, un poco de aceite armático, todo a media luz con unas cuantas velitas, un poco de incienso y exquisita música de relajación. ¡Ah! qué rica es la vida ahora, por lo menos los dolores de mi brazo se quitaron y hoy voy a dormir sin el méndigo dolor de espalda y cadera. Por lo menos aguanto en lo que me voy de vacaciones, ya falta menos que al principio, y entonces sí un sweet relax.

1 comentario:

Alfonzo Gongora dijo...

Hola! gracias por dejarme un comment hace unos dias... está muy lindo tu blog, un abrazo y cuidate mucho!