domingo, 26 de abril de 2009

Morir De Amor



Pues odio tu labilidad, ni yo puedo con la mía, a veces simplemente te odio tanto. Por increíbles que parezcan las melodías, aquí ya no corre el viento de las ilusiones, ya no se amarran las nubes a mi pies y caigo terriblemente en azote del suelo, no muero, pero sigo amando, muero en vida con todo el amor que de joven se marchita tan fácilmente. Olvidar el oficio del querer y la vida trabaja olvidando, para seguir sin ti, para olvidar amando , jugando con los recuerdos del tiempo y pasados corazones, los ecos de las caricias y las falsas sonrisas, no hay cómo expresar la agonía de amar, el pesar de una inexistencia. Odio tu inconsistencia, los espectros de palabras invisibles y sordas, tu estridente voz hablando con miel y maravillas de la vida y las estrellas, pero todo explotando en un frío silencio. Odio tu insensibilidad, mis labios se queman en tanta ausencia, mis lágrimas ruedan en los cristales de mis ojos, apagando un poco el ardor de llamarte y nunca encontrarte, me refrescan con sal y sé que moriré en el tiempo, prefiero morir de amor y no en esta jaula de tristeza en que me rodearon tus brazos. Moriré de amor con una sonrisa para huir de tu sentencia trágica, y algún día ni siquiera recordar que morí de amor.

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