Quiero el divorcio

No encontraba las palabras correctas para expresar mi más sentido pésame, pero después de todo las encontré, sin embargo legalmente no procede nuestro caso.

- ¡Quiero el divorcio!
- ¡¿El divorcio?!,
-¡Pero tú lo has dicho, eso no procede legalmente!
-No me interesa, y debería proceder.
-Eso no es posible, ya deja de ser tan exagerada.
-Pues no dejaré de serlo, aunque eso me cueste el divorcio.
-Bien y ¿cómo vas a hacer que nos divorcien?
-Ya encontraré la manera ¡me harán justicia!
-¿justicia?
-¡Justicia!¡Exijo justicia!
-Es que has de ser siempre tan necia
- No me interesa, iré a hablar con el juez
-¿cuál juez?
-Pues alguien tiene que escucharme.....

-Señor juez, ¡exijo el divorcio!
-Pero ese divorcio no existe, la ley no lo contempla, solo existen las separaciones, y esas las deciden entre ustedes.
- Sí, pero yo quiero el divorcio porque solo así tengo derecho a mi pensión
-¿pensión?
- O reembolso
-¿Qué quiere que se le regrese?
- Pues todo el amor, la comprensión, los buenos momentos, las estrellas que vimos, las risas y carcajadas por nada, las comidas compartidas, el apoyo y la complicidad, los viajes y la música, las conversaciones de madrugada y los desayunos de medio día, el mar que tocamos y el viento en nuestras caras. Quiero que me regresen el alma y el corazón que dejé repleto de amistad y ternura, de caricias y cosquillas para aliviar dolores, tristezas y enfados. Quiero que me regresen mis lágrimas, mis travesuras y mis chistes. Era todo mi tesoro y ahora ya no lo tengo.
-mmm.... su caso es muy complicado, es muy difícil que se le regrese lo que dio, puede llevar años, y posiblemente nunca se le otorgue el divorcio.
-No es justo
-No, y créame que lo lamento mucho.