lunes, 6 de julio de 2009

Tiempo de tranquilidad


En el tiempo descubrí rostros y aprendí que los vínculos te mantienen vivo, es bueno saber que existe un otro buscando conocerte, buscando encontrarse contigo y encontrarse con sí mismo.
En el tiempo descubrí que las tristezas bañan mi vida, pero las alegrías las iluminan y las curan de las heridas. En el tiempo descubrí que he dejado lágrimas de cristal estrelladas en el piso, lavando penas, enjuagando momentos. Descubrí el amor, descubrí la amistad, descubrí la complicidad, descubrí lugares y descubrí sobre todo que no he descubierto tanto como podría haber pensado.
En el tiempo descubrí la gracia de una persona, el esplendor de las sonrisas. Tengo ganas de seguir por el camino y seguir coleccionando la visión de la cara perlada de la luna, quiero seguir acumulando noches con luna y descubrir la belleza de su luz pintando en óleo esas nubes del cielo, quiero seguir respirando su serenidad, para seguir recordando todo aquello cuanto amo, todo aquello cuanto he encontrado.
En la tranquilidad de mi corazón guardo el tesoro que encontré, al chocar con tu sonrisa, al estrellarme en tu mirada. Floto en el agua, mirando al cielo, el tiempo no pasa pero sí que me ha enseñando a descubrir belleza en el cielo, bondad en los que dicen no amar, y ternura en los más duros corazones. Floto en el agua disfrutando la luz cegando mis ojos y el agua cubriendo mis oídos, cubriendo mi cuerpo y las nubes pintando mi cielo.
Gracias por enseñarme que me gusta ver la luna, que me deleito aún más en la música a oscuras, que me gusta el silencio y alguien que me abrace cuando tengo frío.