Bitácora de las lecciones de guitarra: Lección 3

Existen distractores a distractores, resulta que mis ensayos van bien entre semana, le dedico su tiempo a la guitarra, a veces le platico, a veces no empatizamos, a veces se desafina y en otras ocasiones simple y sencillamente no nos hablamos, es más, ni siquiera nos dirigimos la mirada. Pero bueno, al viernes las cosas mejoran un poco, hasta que el instructor llega. ¡ay! ¿qué puedo decir? el profe R. me pone nerviosilla, más cuando lanza sus miraditas coquetas, escanea el asunto, levanta las cejas, sonríe y dice "muy bien señorita Anita". En fin, toda mi práctica se viene abajo cuando me encuentro en su presencia, así que no tuve más remedio que culparlo, cosa que no le pareció, jejeje, al final pude medio concentrarme y logré hacer bien los ejercicios o al menos eso creo.

Luego vino lo bueno, o lo malo, o ya ni sé, pero se complicaron los ejercicios y ahora sí que me duelen los deditos de mi bella mano. R. tendrá que darles un besito para que se sientan mejor jijiji. Es que en el proceso he detectado que tengo problemas con la cuerda 3 y el dedo índice, ambos se rebelan. Quién sabe cómo me vaya en la siguiente lección.