domingo, 16 de agosto de 2009

La invasión TILICHE


Hace dos semanas comencé a hacer cambios en mi recámara, comenzó por una simple y sencilla aburrición y monotonía de los últimos mmm... no sé cuántos años, en fin, así que de pronto dije ya me cansé y me dispuse a sacar muebles, libros, y ya saben, el resto de los tiliches mágicos que se apoderan de tu habitación.

Pues bien, los muebles tardaron una tarde en cambiar de lugar, la ropa adoptó forma y un lugar apropiado, los libros se formaron muy bonitos, cabe decir que es la parte más bonita de todo jajaja, bueno yo digo, sin embargo llevo casi las dos semanas sacando tiliches de todas partes, que el barniz, que las ligas del cabello, mil ocho mil lapiceros, bolsas de regalo, copias al mayoreo, folletos, monitos, figurillas... :s.... ¿Ahora qué hago con todo esto? Bueno esa es una parte difícil porque todo forman parte de tu vida, o lo hizo en algún momento, pero, la cuestión es ¿En qué momento se apoderaron de mi habitación? Es decir, salen de todos lados, es una invasión, o una plaga, lo que quieran.

¡Santa cachucha! no sé que hacer con tantas cosas, algunas están en tan buen estado que no quiero deshacerme de ellas, como la consola de nintendo que no uso desde hace como 15 años, o el monito que compré en la playa, o la tortuga de yeso que me regaló mi tía por aquello del Feng Shuey... y cosas por el estilo, botones, canicas, pasadores, mis viejos anteojos y por supuesto el gran tesoro de joyas de fantasía que ruedan por doquier, y los miles, bueno cientos de cassettes que ya nadie oye, una porque ya ni recuerdan que los olvidaron en mi recámara y otra porque ya ni siquiera tenemos en dónde escucharlos, las VHS pirata de hace 20 años, ¡Bah! tanta basura más. No puedo darme el lujo de decir ¡ah! pues los reutilizo y hago otros cachivaches con ellos, (ya sabes, eso de reciclar y reutilizar que tanto esta de moda por aquello de la contaminación) porque lo que sucede es que los vuelvo a guardar y seguramente dentro de otros 5 años los encuentre arrumbados, guardando polvo y utilizando mi espacio.

Así que tendré que sacar, con todo y el dolor de mi corazón, los tiliches que ya no uso, que ya ni siquiera me acordaba que tenía, y mientras me decido, espero que no pasen mas semanas, porque los tiliches llegan cada semana ( si no me creen hagan recuento de los suyos) llegarán a la misma conclusión que yo, ¡LOS TILICHES NOS INVADEN!

2 comentarios:

MAMUMA dijo...

Esto mismo,nos ocurre a casi todos los mortales el día que deciden hacer limpieza, el primer asombrado de como puede haber tantas cosas sin valor ,es uno mismo

Florecita Rockera dijo...

haz una venta de garage! no sabes cuanta gente podría interesarse por tus trikes ;)